Situación.-
Se halla ubicada al Nor-este de la provincia
de Burgos, a unos 80 kilómetros de la capital y constituye el
límite meridional de la Merindad de Cuesta Úrria con la
de Valdivielso, pertenecientes ambas al partido judicial de Villarcayo.
Geomorfológicamente, dicha alineación montañosa
aparece definida por una gran estructura anticlinal de unos 25 Km. de
longitud. En líneas generales se caracteriza por altitudes topográficas
que oscilan entre 1.000 y 1.200 m.; alcanza su punto más elevado
en Peñas Corbas con 1.329 m.
Historia de las exploraciones.-
El G.E. Niphargus empezó las exploraciones
en 1980. Este mismo año topografió la Cueva de las Siete
Camarillas, muy visitada desde largo tiempo atrás y la Cueva
de los Carneros que utilizaron los pastores como refugio para el ganado.
El resto de cavidades son exploradas por primera vez al llegar nuestro
Grupo hasta ellas. Se culminan los trabajos en 1983 al terminar la topografía
de la Sima de los Bloques.
|
|
|
Sima Charancha II
Accesos.-
En la carretera que va de Trespaderne a Medina de Pomar, rebasados los 5 kilómetros y antes de llegar a Nofuentes, hay un desvío a la izquierda que entra en la localidad de Mijangos.
En este pueblo se puede dejar el vehículo y tomar el camino que va al depósito de agua hasta haber andado 1,5 kilómetros aproximadamente. Es necesario llegar hasta un abrevadero ya abandonado. El agua es potable y puede ser usado normalmente. Aquí se corta el camino hay que seguir 20 metros más adelante para encontrar entre matorrales una senda que sube por la parte izquierda del barranco. Llegar hasta la cima y girar a la derecha 90º para ver un cortado enfrente, como a unos 300 metros de distancia. Encaminar dirección Medina de Pomar pasando por una cascajera de pendiente muy pronunciada hasta llegar al cortado. Luego de un saliente pronunciado, hay que trepar unos 10 metros hasta la entrada de la cueva.
Descripción morfológica.-
La boca
tiene 11 metros de ancho por 6 m. de alto y da paso a una galería
descendente que se va ensanchando y haciendo más pendiente a
medida que avanzamos. A los 40 m. de la entrada es necesario utilizar
la cuerda para saltar 4 m. y descender una rampa de 30 m., hasta que
la galería gira 100º y ayudándonos del pasamanos
vemos cómo se bifurca en dos galerías descendentes. Estamos
en la cota de 47 m. de profundidad.
Galería secundaria I.-
Continúa la cueva su desarrollo por este
lado mediante otra que podemos considerar principal dadas sus amplias
proporciones. Siempre en descenso, nos encontramos con montones de guano
muy viejo y cantidad de formaciones calcáreas. Andando unos 200
m. por esta galería, acaba en una sala con gran profusión
de concreciones, alcanzando la cota de 111 m. de profundidad.
Un poco antes de llegar al final tenemos dos galerías laterales,
una a cada lado. La de la izquierda tiene sentido ascendente y acaba
en un tubo lleno de pisolitas. Por los insectos y huesos que se encuentran
en este lugar, nos hacemos a la idea de estar cerca de la superficie.
La galería de la derecha presenta un trazado horizontal que más
adelante continúa en un nivel inferior por un tramo angosto que
termina en una diaclasa que hemos denominado pozo 27, pues tiene 27
metros de vertical. Esta diaclasa es el punto de comunicación
de la galería secundaria I con otras galerías de la red
principal.
Descendiendo el Pozo 27 vamos a encontrar una galería de suelo
arcilloso, novedad hasta el momento, puesto que solo habíamos
pisado piedras sueltas, bloques derruidos y concreciones. La galería
se va estrechando y aumentando de altura hasta perder de vista el techo;
es claramente una diaclasa. Además asciende unos metros, pues
al inicio está en 137 m. de profundidad y al acabar el túnel
la cota marca 16 m. más altos. Hemos visto dos pozos impenetrables
en este tramo final de la galería.
Galería principal.-
Es una galería descendente con pendientes de 60º y que nos llevará a la máxima profundidad de la cueva.
Continuamos avanzando por derrubios y debemos tener especial cuidado
personal y con la cuerda, pues es frecuente el desprendimiento de piedras.
Hemos de tumbarnos al pasar un lugar colmado de derrubios que nos presenta
en una sala, donde a la derecha y después de gatear nos lleva
a una amplia galería llena de formaciones de todo tipo. Siguiendo
por la principal y siempre descendiendo y haciendo la instalación
de un salto, llegamos al puente de piedra, lugar denominado así
por haber una piedra empotrada entre las paredes. Estamos al borde de
un pozo que descendemos y nos lleva a un paso inferior que topa con una diaclasa
desfondada y que da comunicación con el Pozo 27 anteriormente
citado. También bajo el puente de piedra tenemos otra diaclasa
desfondada al nivel de la galería, que está instalada
justamente por debajo del puente de piedra. Este paso nos sitúa
en una galería concrecionada, que a medida que la recorremos
se hace ascendente y acaba en la cota de 109 m. de profundidad.
Volviendo a la galería a la que hemos de acceder pasando una gatera, es la que nos va a llevar a través de varias pendientes que es necesario instalar con cuerdas. También veremos tramos llanos que se corresponden con grandes salas y llegaremos a la profundidad máxima alcanzada que es de 193 metros. Esta galería es la más bonita de la cueva por su variedad de formaciones y por la magnitud de alguna de sus salas. En esta zona también encontramos algunos gours con agua, formación que no existe en el resto de la cavidad.
En una de las salas que se abre a la derecha, hay un pozo de una gran
boca que comunica con la galería que se forma nada más
bajar el puente de piedra. Tras unos saltos sucesivos, el mayor de los
cuales tiene 14 metros, nos presentamos en una sala llena de formaciones
calcáreas y tras ella otra sala más pequeña a la
que se accede pasando por encima de un gours flotante, que nos indica
el final de la cavidad. Habremos recorrido 1.600 m. de suelo subterráneo.
Cueva Charancha I.-
Esta cueva se sitúa en la misma vaguada que la Charancha II y la Charancha III, pero al otro lado de la vertiente, enfrente de la Charancha III y más o menos al mismo nivel. Destaca el color de unas hiedras y la vegetación que rodea el lugar.
Se entra a la cueva a través de un salto de 5 m. que nos coloca
en una galería descendente de amplias dimensiones (7 por 5 metros).
Remontando un pequeño escarpe se llega a una pequeña galería
que acaba sifonándose.
La galería principal se abre a la izquierda antes del escarpe
aludido, y prosigue su trayecto en rampa, entre derrubios y estrechamientos,
llegando ala cota de mayor profundidad (39 m.), establecida por un pequeño
sumidero que absorbe un aporte de agua que nace a pocos metros de distancia
dentro de la cueva. El final es una sala de dimensiones similares a
las del resto de la galería y a la que llegamos salvando un desnivel.
Antes de llegar, se abre lateralmente otra galería ascendente
y de poca altura. Al llegar aquí, habremos recorrido 147 m.
Cueva Charancha III.-
Está en el mismo escarpe de la Charancha
II, pero descendiendo unos 200 m. siguiendo la dirección de la
vaguada.
La boca de entrada se sitúa en un abrigo natural rodeado de vegetación,
que la hace la más atractiva de este lugar. Se desarrolla en
una galería laminada al principio y en rampa descendente sobre
una torrentera de piedras que culmina en una vertical de 20 m. El suelo
está totalmente concrecionado y algunos huesos de animales se
notan bajo el manto calizo. La galería se bifurca y una parte,
la más corta, nos ofrece algunas formaciones en la pared y el
techo. Sin embargo la otra prolongación es mucho más espectacular.
Deberemos pasar una gatera para llegar primero, a una sala no muy grande,
pero repleta de todo tipo de litogénesis. Desde esta sala, una
galería se prolonga durante otros 30 m., pero con una lujosa
variedad de excéntricas en una de las paredes. La cueva tiene
cerca de 110 m. de recorrido y una profundidad total de 40 m.
|
Cueva de los Carneros.-
En el término municipal de Mijangos. Partiendo
del pueblo por el camino del Arroyo de los Tres Corrales, seguimos hasta
la última vaguada ascendente que encontramos al lado derecho.
Ascendiendo por la vaguada y a ras de la pared calcárea a 200
m. llegamos a la cueva.
Es un abrigo que en su día se empleó de tenada para el
ganado. Una nevada obligó a una expedición del G.E. Niphargus
a vivir durante dos días en esta cueva. Tiene un desarrollo de
37 metros, prácticamente sin desnivel y de proporciones amplias,
alcanzando desde 4 a 6 m. de altura y de 10 a 17 de ancho.
Cueva de las Siete Camarillas.-
En el término municipal de Mijangos. Se llega por el mismo recorrido que hemos utilizado al marchar hacia la Charancha II, pero unos metros antes de llegar al abrevadero, nos desviamos a la izquierda por una senda que conduce hasta la entrada.
Es evidente que la cueva la visitan numerosas personas y algunas de ellas han intentado representar o imitar a nuestros artistas antepasados del paleolítico. Naturalmente nada convincentes las pinturas que han dejado en las paredes de la boca de la cueva.
Una corta rampa nos conduce a la única galería que forma la cavidad, adquiriendo unas dimensiones bastante considerables. Dentro de la cueva se puede seguir admirando por una parte la belleza de algunas formaciones en los lugares menos accesibles y por otra el vandalismo a que ha sido sometida por parte de desaprensivos que rompen con todo lo que está a mano.
Es una cueva de muy poca actividad freática y se conserva en
estado fósil casi en su totalidad. El recorrido total es de 302
m. y la profundidad de 20 m.
|
|
Cueva del Nido.-
En la Sierra de la Tesla, término municipal de Mijangos.
Se trata de una cueva colgada en la pared y en cuya entrada hay un arbolito.
A este árbol se puede atar la cuerda para llegar más fácil
hasta ella. Subiendo un poco se ve un nido, motivo del nombre de la
cueva. La galería se desarrollaen una gatera de iguales dimensiones
durante todo su recorrido hasta el final, donde se hace impenetrable.
Se recorren 35 m. de tubo estrecho.
Cueva de los Bloques.-
Situación y accesos.-
En la Sierra de la Tesla, término municipal de Úrria. Partiendo del pueblo y por el camino que lleva al molino del pueblo, después de andar 1,2 kilómetros encontramos una vaguada a la derecha por la que debemos seguir. El trayecto transcurre entre malezas y arbustos, acabando en un descampado desde donde se ve la pared cortada por donde debemos ascender hasta la cueva.
Debido a las grandes dimensiones de la boca de entrada y a que ésta
se encuentra colgada en una pared de 55 m., propicia su visión
desde puntos lejanos al lugar.
Descripción morfológica.-
La característica predominante es la gran meteorización de la caliza, lo que ha provocado grandes derrumbes, sobre todo en el portalón de entrada. El acceso a la zona principal se realiza penosamente a través de un paso desobstruido a base de extraer bloques que impedían el paso. Predomina una rampa descendente de 45 metros a lo largo de la galería principal, así como una galería secundaria de 60 metros que se abre a la izquierda de la rampa.
Es de destacar la cantidad de formaciones litogénicas impregnadas
en negro por el óxido de manganeso filtrado a la par que la
composición caliza. Esta filtración de manganeso se acabó
en un momento determinado y llegó el carbonato cálcico
en estado puro, de lo que se obtuvo una mezcla de blancos y negros de
inimaginable belleza. Destaca la zona final con una colada de varios
metros totalmente blanca y jalonada por columnas, estalactitas y estalagmitas.
La galería principal se hace impenetrable a 104 metros de profundidad,
después de haber recorrido 305 m. de galerías subterráneas.
En el portalón de entrada aparecen algunos fragmentos de útiles de cerámica cuya antigüedad se remonta a la época medieval.
|
|
Cueva de las Cebollas I y II.-
En la Sierra de la Tesla, término
municipal de Úrria. Siguiendo el mismo itinerario que para acercarnos
a la Cueva de los Bloques, pero al llegar al descampado se ven en la
pared que sube hacia Bloques las dos entradas a visitar. Conviene descolgarse
desde el alto, pues la roca desde la base del cortado está muy
suelta y peligrosa.
Se trata de cuevas colgadas en la pared y con una entrada común.
La boca es una gran repisa en la pared. En la primera (Cebollas I) hay
bloques sueltos y algunas formaciones. En la segunda, los bloques son
de menor tamaño y abundan más las concreciones. Juntas
suman un recorrido de 30 m.
|
Cueva del Diablo.-
En el término municipal de Tartalés
de Cilla. Se llega por la carretera de Oña a Trespaderne, por
un desvío a la izquierda indicado convenientemente. Pasado el
pueblo, seguir por el camino forestal que va a Tartalés de los
Montes y que cruza la Sierra hasta el Valle de Valdivielso. Al llegar
a la parte más alta, en un lugar despejado y con cruce de caminos,
se ve en dirección NE una montaña con rocas en la cima.
Subir hasta esa cima y buscar la cruz de metal colocada por los montañeros
del Club Mirandés. Unos 50 m. por debajo de esta Cruz, encontramos
la cueva del Diablo.
La entrada está colgada en un cortado y tiene dos accesos a la
galería subterránea, que recorre cerca de 100 m. La cueva
es conocida desde tiempo inmemorial, sobre todo por los pastores de
la zona. También en época medieval, pues así lo
muestran algunas cerámicas encontradas. Es una galería
única que llega hasta una sala que por la derecha desciende en
una pequeña rampa. Llegando de frente, hay un pequeño
escarpe con una incomodísima gatera que se prolonga en varias
decenas de metros hasta que se cierra definitivamente.
|
|