Para visitar la cueva, se requiere permiso del grupo de exploración. Es un manantial de donde bebe la gente del pueblo. |
VER Memoria de un trabajo de desobstrucción. Del 2001
al 2003.-
No ha sido la casualidad,
ni la información del pastor de turno, ni el comentario en el bar
del pueblo lo que llevó al G. E. Niphargus hasta la Surgencia del
Trifón. Desde hace varios años, cuando se trabajaba en el
Complejo de Piscarciano–Vacas–Arenas, en la década
de los ochenta, ya se tenía intención de atacar una cueva
que se suponía que estaba ahí y que la delataba un manantial
permanente, así como un boquete maltrecho en un talud que se levanta
a poco más de tres metros por encima de la fuente, donde toman
el agua para el abastecimiento de la zona.
También conocíamos
una cueva que está a unos cincuenta metros de la anterior, y donde
teníamos puestas casi todas nuestras esperanzas, puesto que fue
aquí donde se iniciaron los esfuerzos por abrir paso hacia la cavidad
del Trifón. Había que eliminar una panza de roca para poder
acceder a la próxima estancia de la cueva. Mientras se realizaba
la operación, también se desescombraba el boquete del talud.
El primer intento funcionó, pero la exploración se acaba
a pocos metros en un profundo tapón de barro. Sin embargo, el desescombro
del boquete nos descubre una corriente de aire considerable. Todo el material
de desobstrucción es trasladado al lugar. Comienza la aventura
del Trifón.
Dos años más tarde, compañeros del G. E. Ribereño
de Aranda de Duero y del G. E. Matallana de León, se interesan por
el proyecto y se brindan para colaborar conjuntamente con El G. E. Niphargus en la desobstrucción. Puestos de acuerdo en unir los esfuerzos,
se solicita la zona de trabajo a la Federación Castellana y Leonesa
de Espeleología y se constituye formalmente el interclub. Una vez terminados los primeros sondeos, El G.E. Niphargus asume en solitario la exploración, topografía e información detallada de la cueva.
Agosto, Septiembre de 209, 2010 y 2011, 2012 y 2013 .-
Se continúa la topografía y exploración en las galerías inactivas de la cueva (piso superior). Se explora en una lateral hacia el río que tiene posibilidades de continuar a través de una estrechez incómoda y de acceso difícil. Se pausan las labores de exploración y topografía.
Mayo, Junio, Julio, Agosto, Septiembre, Octubre, Noviembre y Diciembre de 2016.-
Se retoman las exploraciones y se coloca un vivac y una zona de cambio de ropa.
Ahora se vuelve a retopografiar la cueva al tiempo que se siguen exploraciones por zonas de incógnitas, apareciendo un tercer nivel. El trabajo sistemático da buenos resultados y las exploraciones siguen aportando nuevas zonas a la cueva. Aprovechando el bajo nivel de agua, se supera un sifón con apenas 20 cm. de aire entre el agua y el techo que nos pone en una nueva galería. Tras una escalada, accedemos a la galería "Rasputín". Los trabajos continúan en la actualidad.
Trabajos de exploración en cueva - exteriores y topografía año 2017. VER AQUÍ
Situación general.-
La cueva del Trifón
se sitúa en las proximidades de Hoz de Arreba, al norte de la provincia
de Burgos, en el partido judicial de Soncillo y perteneciente al Valle
de Valdebezana.
La modesta economía de la localidad es similar a la de toda la
Cornisa Cantábrica, aunque en este caso, tiene mayor presencia
la agricultura frente a la ganadería.
El Valle de Valdebezana
presenta un clima a caballo entre la España Atlántica y
Mediterránea, pues su situación y complicada orografía
le hace asumir un clima húmedo, de intensas precipitaciones y oscilaciones
moderadas de temperatura. Un
sinuoso y fallado relieve formado fundamentalmente por terrenos mesozoicos
y materiales sedimentarios del Cretácico y surcado por diversos
cauces de agua, presenta numerosas cavidades entre las que destaca el
Complejo de Piscarciano- Vacas- Arenas. Se desarrolla sobre un paquete
calizo dolomítico de cronología turoniense – coniaciense,
con calizas cristalinas.
Situación de la Surgencia del Trifón.-
Es uno de los tres
manantiales que dan nombre al río Trifón (tres fuentes).
Un segundo manantial sale de la Cueva de Las Arenas y la tercera fuente
mana en el rellano de una de las campas de la margen izquierda del río:"Balde Reina"o "Val de Reina". Aunque también es conocida otra surgencia más, la de la "Fuente de la Ermita", ambas muy próximas al río Trifón.
Enclave geológico.-
Esperamos tener un estudio
completo cuando se termine la topografía, aunque ya existe una
elaborada descripción de la zona geológica en el libro publicado
por el G.E.Niphargus en 1995 titulado: “El
Complejo Kárstico de PISCARCIANO–VACAS–ARENAS”.
Morfología
de la Surgencia del TRIFÓN.-
Se accede por un túnel escavado artificialmente de 10 metros de
longitud. Un pequeño y estrecho salto, nos pone sobre la vía
de agua que sale por el manantial y que toma la dirección principal
de la galería. Sopla fuerte la corriente de aire y era habitual
(cuando se usaba el carburo) que se apagase la luz de acetileno. La primera estrechez nos sitúa
en un pequeño resalte seco, pero enseguida, deberemos sumergirnos
en el agua sin hacer pie y con las paredes de la diaclasa a menos de medio
metro entre sí. Esta situación la deberemos soportar al
menos durante treinta metros, donde se abre una sala con relleno de detritos
clásticos y donde la cueva toma una dirección perpendicular
a la derecha, para volver de nuevo a su rumbo general, lo que le confiere
un dibujo en forma de zeta.
Remontada esta sala, llegamos
a un punto en el que se pueden tomar dos vías de progresión.
Una, por la grieta que nos conduce de nuevo al agua y otra, justo por
en cima, que también nos traslada al mismo lugar. Si hemos elegido
la ruta del agua llegaremos
a una zona donde la superficie del agua se encuentra muy cerca del techo
de la galería. Es con toda seguridad el lugar que primero se sifona
cuando sube el nivel freático. Mejor elegir la ruta por la gatera que vemos enfrente a la dirección de la marcha (habitual en las exploraciones actuales).
A partir de este punto, se produce un cambio espectacular. Las reducidas
dimensiones se transforman, el aspecto frío y desangelado aparece
adornado y las paredes comienzan a enseñarnos una gama de colores
variada. El agua cubre poco más que las botas, según qué
tramos y la progresión se hace más llevadera. El techo crece
sin parar y la roca nos describe a golpe de gubia los lugares más
erosionados por la fuerza del agua. De repente, aparece un espectacular
promontorio jalonado de estalagmitas y un manto blanco que asciende unos
5 metros. El techo parece haber desaparecido, pero en un escarpe pegado
a la pared, se ve una gran cavidad que nos llevará hasta una corta
zona fósil con dos diaclasas (en una de ellas, hemos visto raíces,
por lo que es de suponer un acercamiento a la superficie en ese punto)
y un pequeño rincón repleto de espeleotemas.
La galería del
río continúa sin grandes variaciones que reseñar,
hasta llegar a una zona laminada, donde el techo baja considerablemente.
Poco después, esta galería se inunda hasta obligarnos a
nadar. Hemos llegado al sifón principal. Aquí desaparece
de momento el agua, pero una abertura triangular jalonada de barro por
todas partes, con un canal en el suelo por donde circula un hilo de agua,
nos va a trasladar a una sala con el techo muy alto y que también
está adornada de barro por los cuatro costados, debido seguramente
a los depósitos que deja el agua en época de inundaciones.
Haciendo una fácil trepada por una de las paredes de la sala, entramos
en otra dimensión de la cueva. Es la galería fósil.
Casi colmatada en algunos
tramos por formaciones de calcita, con el suelo concrecionado, en algunos
lugares en fase de formación, y de generosas dimensiones, lo que
más llama la atención es el amplio espectro de colores con
que nos obsequia la visión de este lugar, sumamente frágil.
Aunque la galería tiene su máximo desarrollo en dirección
noroeste, también se extiende en dirección contraria, hasta
ponerse encima del río.
Es al menos en dos ocasiones, cuando galerías tipo laminador surgen
en el lateral derecho de la principal, para tomar un sentido descendente
y llegar a un lugar con chimenea y sifón de agua impenetrable. En
la zona más alejada de la cueva, cuando esto ocurre, es necesario
trepar ayudado de unos spits colocados para el caso y llegar a otra zona
en forma de tubo que también desciende hasta llegar de nuevo a
un sifón infranqueable por medios normales.
Esta circunstancia nos
inclina a pensar, en la misma red hídrica que dejamos en el sifón
principal, que se topa con grietas perpendiculares a las que se accede
desde la galería fósil. La zona más espectacular
en cuanto a dimensiones se encuentra en el final de esta galería,
con bloques a los que hay que trepar y por donde todavía no se
ha encontrado ninguna conexión con la probable continuación,
puesto que ha sido obstruida por este proceso clástico.
Tras nuevas exploraciones (en curso) la cueva tiene un tercer nivel con procesos clásticos muy antiguos.
La exploración de esta cavidad, normalmente se reduce a la época estival,
entre los meses de junio y octubre, dependiendo de la época de
lluvias. Aún así, es necesaria la utilización de
neopreno.
La temperatura de la cueva en la zona del sifón principal es de
9º y la humedad relativa del aire del 100%, datos tomados en el mes
de agosto de 2004.
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